Cualquier aglomeración urbana debe afrontar la solución de problemas generados por la concentración de muchas personas en poco espacio. Una de estas problemáticas es la del transporte público.
He pasado toda mi vida en Guadalajara y puedo decir muchas cosas de mi ciudad, en su mayoría positivas, pero debo admitir que tenemos algunos asuntos pendientes serios. En lo que se refiere a transporte público, poseemos una terrible situación. Para este 2018 la población de la ciudad ya rebasa los 5 millones y el acomodo de las mismas es bastante disperso y desigual, las áreas de trabajo se hallan alejadas de las zonas residenciales, las vialidades se quedan cortas para la cantidad de automóviles que a diario se mueven y en medio de todo, el servicio de transporte público es una masa amorfa de particulares luchando por su interés propio.
Es muy común oír quejas sobre la movilidad en la ciudad: que hay mucho tráfico, que los camiones son sucios e inseguros, que los taxis (tradicionales o ejecutivos) son caros, etc. Dudo que algún habitante sea ajeno a la situación.
Personalmente, no padezco tanto de estos males, pues por un lado no poseo auto, no conduzco y por ello no me estresa el tráfico; por el otro, tampoco me veo en la necesidad de abordar autobuses muy a menudo, claro que lo he hecho, pero no de manera regular. Casi la totalidad de mis recorridos cotidianos los realizo o en tren o a pie, y si bien el tren es una forma de transporte público, dista mucho del panorama de los camiones.
El servicio prestado por el tren, si bien tampoco es perfecto, está bastante bien; quizás su mayor defecto es precisamente que no esté más extendido, las dos líneas actuales (e incluso si incluimos la tercera en construcción) cubren un área relativamente pequeña de la metrópolis, por lo que la mayoría de los habitantes se ven obligados o a tomar un camión o de ser posible, costearse un auto privado.
![]() |
Líneas de tren en Guadalajara |
En el mapa mostrado arriba se ilustra la distribución del servicio de tren en la ciudad, se muestran las dos líneas que ya prestan servicio con su respectiva simbología de estaciones, mientras que la línea tres, en construcción, se muestra como una línea roja. Asimismo, el punto azul señala mi zona de residencia, haciendo evidente el porqué a mí personalmente me basta el tren para realizar la mayoría de mis traslados, lo que es muy diferente para la mayoría del resto de la ciudadanía.
Una perspectiva
Para ayudar a ilustrar mejor lo dicho hasta ahora, describiré brevemente la manera en que percibo la ciudad en mi trayecto diario de aproximadamente 18 km desde mi casa en Guadalajara hasta la universidad, en Tlaquepaque; recorrido que realizo en unos 55 minutos o hasta 1:15 horas dependiendo del día y la hora.
Empezando, recorro un trayecto de casi un kilómetro a pie de mi casa a la estación del tren, en este tramo todo es familiar, casas pequeñas, calles tranquilas, poco ruido, árboles, etc. Al abordar el tren todo se sume en la oscuridad, pues viajamos por túnel 10 de las 19 estaciones que recorro. Ahí hay un mar de gente, todos los días se ve a alguien nuevo, pero en general no es incómodo, excepto cuando en horas pico me toca irme en la zona de puertas.
El tramo superficial que se recorre en tren, se recorre de manera más lenta, se puede observar todo el entorno, se pasa de zonas comerciales a residenciales de clase media y media baja, se aprecian áreas donde la distinción de residencial a industrial es casi nula.
Al llegar al final de la línea de tren, en Periférico Sur, se aprecia la enormidad de la infraestructura vial y la sobrecarga de los sistemas de transporte (camiones) mejor que en cualquier otro punto de la ciudad, uno se siente vulnerable como peatón, imaginar ahora el sentimiento de alguien en silla de ruedas o de vista débil es sobrecogedor.
Los camiones
Desde hace algunos años la situación del transporte se ha venido agravando, en especial por los aumentos en los costos de la tarifa, pasando de $5.00 en la década pasada a $7.00 actualmente, con algunas rutas modelo cobrando $9.00 y líderes transportistas exigiendo una tarifa de $10.00. Ha habido también algunos puntos críticos de crisis, cuando se realizan paros, dejando de circular determinadas rutas en protesta (usualmente para presionar el aumento de tarifa) y por ende, paralizando parcialmente la ciudad.
Pero, ¿de quién es la culpa? En todo este alboroto, las críticas generalmente van dirigidas hacia los conductores, quienes han pasado a ser considerados seres inhumanos que atentan contra la seguridad de sus pasajeros. Cuando en realidad se trata de una situación más compleja donde intervienen también los usuarios, los entes gubernamentales y de manera especial, los transportistas, dueños de los camiones y jefes de los conductores.
En una plática breve con un conocido, conductor de una unidad de la ruta 611 al oriente de la ciudad, él me comentó que personalmente no se siente tan estresado o en malas condiciones como compañeros suyos de otras rutas, esto tomando en cuenta que labora 10 horas al día (a veces más) y que no cuenta con seguridades sociales o mayores garantías.
En una plática breve con un conocido, conductor de una unidad de la ruta 611 al oriente de la ciudad, él me comentó que personalmente no se siente tan estresado o en malas condiciones como compañeros suyos de otras rutas, esto tomando en cuenta que labora 10 horas al día (a veces más) y que no cuenta con seguridades sociales o mayores garantías.
En el documental de 2013 El hombre-camión, se documenta de mejor manera el panorama entero de la problemática y el papel de cada actor de la misma. Si les interesa el tema los invito a revisarlo, mientras tanto, les dejo un mapa conceptual sencillo de los puntos principales tocados por el documental.
Al final, la cuestión del transporte público es un sistema, y como todo sistema, depende de múltiples factores, por lo que culpar solo a alguien es incorrecto. Todos los actores debemos colaborar en conjunto y vigilar el cumplimiento de los otros. De esa manera la calidad podría aumentar y la gente tendría más confianza para usar estos medios, ayudando así a disminuir un poco la congestión de las vialidades de la ciudad.
Me gustó mucho entrar a un blog donde alguien aborde, de experiencia propia, el tema del transporte público.
ResponderEliminarYo he utilizado por muchísimas más veces el camión que el tren ligero pero, creo que estamos de acuerdo que este medio de transporte sería buenísimo tenerlo en toda la ciudad, moverse por esta vía que va a su propia velocidad y es ajeno al tráfico de la ciudad.
¿Crees que si se desarrollaran mayores líneas (cubrir la mayor parte de la ciudad) podríamos mejorar nuestra calidad de vida? ¿Tu crees que si esto ocurriera la gente que estamos acostumbrados a movernos en carro, dejemos esta vía para utilizar el transporte público?
Hola, me alegra notar tu interés, creo que el tren definitivamente es una mejor opción de transporte para la ciudad y si fuera más extenso estaría menos saturado y más usuarios se verían atraídos a él.
EliminarPero claro, no debemos olvidar el mayor inconveniente de este sistema, el cual es el costo, construirlo es muy caro y el proceso es muy invasivo, como ahora vemos con la línea 3, idealmente se deben construir las líneas antes de ser necesarias, no cuando las existentes ya no se dan abasto, pero en fin, debemos buscar alternativas como ciudad.
El tren ligero y los camiones, como dices, son muy diferentes. Personalmente, nunca me he subido al tren ligero, pues las estaciones no están cerca de mi casa, pero el camión antes sí lo usaba para todo (actualmente conduzco auto propio). En mi opinión, se necesita invertir más en ambos, tren y camiones, pero diversificando los espacios por los que se transita. Considero que el aumento del pasaje del camión a $10 es algo que muchas personas no pueden costear y que no es proporcional a la calidad del servicio. ¿Tú consideras que es un precio aceptable? Y si es necesario cambiar elementos del transporte público, ¿de dónde consideras que viene la culpa mayor y en quién caee la responsabilidad?
ResponderEliminarConsidero que $10 es excesivo y no solo por la calidad del servicio ofrecido por los camiones, sino por la economía de la sociedad; para quienes conducen el gasto de gasolina es algo serio, pero para quienes usan a diario transporte público, en especial camiones, la suma de los pasajes también es un costo considerable.
EliminarLa responsabilidad, creo yo, es compartida entre todos los actores del sistema, por poner un ejemplo sencillo: yo como usuario puedo tomar mi tiempo para no ir apresurado y no forzar a subirme cuando ya no hay espacio y también puedo ser cuidadoso con los otros usuarios y conductor, para evitar generar malestares innecesarios. También, debemos informarnos para poder demandar a los otros actores (transportistas, operadores y gobierno) el cumplimiento de su parte.
La verdad yo nunca he tomado el tren ligero y tampoco he escuchado mucho sobre él, si bien siempre supe de su existencia, jamás supe más. Ahora leyendo tu entrada me llamó la atención que hables tan bien de él ya que yo pensaba que era algo parecido al servicio de camiones. Esto me puso a pensar que quizás sería una buena alternativa el pensar en extender las zonas de la ZMG donde el tren ligero está en funcionamiento.
ResponderEliminarSí, es muy distinto al servicio típico de camiones, pero no se debe pensar que es perfecto, menos porque ya se quedó corto para el tamaño de la ciudad, pero definitivamente parece una mejor opción.
EliminarOscar Rivero Álvares: ¿y si mejor extendemos más el tren? Es eléctrico ;)
ResponderEliminarHola Carlos! Buena la entrada, tenemos en común el amor al tren. Me llamó la atención los 50 minutos de trayecto se me hizo mucho por donde vives, yo vivo lejísimos del ITESO y me hago 1 hora y 10, bueno, quien sabe.
Te recomiendo un video de Elon Musk de mover a los carros en túneles (https://www.youtube.com/watch?v=u5V_VzRrSBI) ¿crees que es buena idea?
Bien por ti que usas el tren y tus pies siempre!
Hola, es mucho principalmente por los tramos antes y después del tren los cuales si bien son mucho más cortos, demoran considerablemente (uno en transporte universitario y otro a pie), además de que transbordo de una línea a otra y eso también come unos minutos. Pero aún así es más eficiente que el auto (en mi opinión).
EliminarY sí, pienso que podría ser buena idea "confinar" el transporte privado al subterráneo, de esa manera se podría dar el espacio público de la superficie a quienes más lo merecen; transporte público, peatones y actividades recreativas.
Me alegra también que te apasione el tren.
Hola carlos en mi caso yo desconozco totalmente lo que viene siendo el uso del tren pero siempre he creído que este modo de transporte es muy viable siempre y cuando se mantenga sencillo en su modo de uso
ResponderEliminarPor supuesto, la idea general debería ser la sencillez en todo, complicar las cosas solo trae problemas. Espero que puedas conocer el tren un poco y ojalá te agrade, puede llegar a ser divertido usarlo
EliminarQue tal Carlos, me parece muy completa la forma en como abordas el tema, es detallada en los aspectos principales de cada apartado que mencionas y lo que me parece más importante de esta parte, es la parte en la que mencionas “ que todos los involucrados tenemos responsabilidad y que debemos todos hacer algo para mejorarlo, dejarlo en manos de uno solo y exigir no hace un cambio ni va a determinar algo para una mejora”.
ResponderEliminarAsi lo creo, con algo de esfuerzo podríamos mejorar considerablemente el sistema. Pero debe ser de todos por igual
Eliminar